15 de abril de 1808. Ese día fue Viernes Santo, y El Diario de México publicó un soneto de Juan Nepomuceno Mier y Altamirano titulado La muerte de N.R. J. C., el cual es una versión libre de algunos versos de la obra In funere Chriti Domini: Elegia I, del poeta Bartolomeo Bavarini (1629-1686).
La muerte de N. R. J. C.
Fixus ab infami pendet trabe, discere vultisauctorem tanti criminis? Ipse fuit.Ipse fuit, qui nos misere se occidit amando:non turba hunc fixit barbara, fixit amor.Fixi ego, fixistis mecum quicumque doletis.¡Tantum communi crimine pendet onus!Bartholomaei Beverini In funere Christi.Versión libre.En un infame leño está clavado
el hacedor del mundo. ¿Por venturatal crimen cometió la criatura?¡Imposible! Él mismo se ha entregado.Él tan atroz suplicio ha decretado.No muere a manos de esa tropa dura.Su amor incomprensible, su ternura,a tan horrible extremo lo han llevado.Mis culpas..., las del hombre delincuente,nuestra depravación, nuestro apetito,condenaron al mismo Omnipotente.¡Tanta fue la malicia del delito,pues para que se expiase justamentesólo pudo bastar el Infinito!Maromani Altieri.Diario de México, viernes 15 de abril de 1808.
En 1808, ese viernes 15 de abril fue Viernes Santo, por lo que Juan Nepomuceno Mier y Altamirano realizó esta versión libre en forma de soneto en español a partir de versos de la obra In funere Chriti Domini: Elegia I, del poeta Bartolomeo Beverini (1629-1686).