lunes, 9 de diciembre de 2024

9 de julio de 1834. Juan Nepomuceno Mier y Altamirano expone las ocurrencias sobre los ultrajes hechos a su empleo y persona a partir del 29 de junio de ese año.

9 de julio de 1834. El licenciado Juan Nepomuceno Mier y Altamirano expone al ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos las ocurrencias sobre los ultrajes hechos a su empleo y persona a partir del 29 de junio de ese año.

Comunicación del juez de Distrito de San Luis Potosí sobre la persecución y otros atentados cometidos contra su persona en aquella capital

N. 245. El juez de dicho expone las ocurrencias sobre los ultrajes hechos a su empleo y persona (p. 181-183).

 (Mándese al ministro de Relaciones para su conocimiento y providencias que correspondan, y avisándose al interesado dígaselo que use de su derecho donde corresponda para el recobro de lo que le extrajeron).


Juzgado de Distrito del estado de San Luis Potosí.

Excelentísimo señor ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos.

Excelentísimo señor:

Por interesarse no tanto mis individuales y más preciosos dineros, cuánto el decoro de ese supremo gobierno y del empleo constitucional [del] que obtengo objetos demasiado respetables y que fueron indignamente ultrajados, he creído de mi deber elevar al conocimiento de vuestra excelencia, para que se digne hacer lo mismo respecto del excelentísimo señor presidente las ocurrencias relativas a mi persona en los últimos días del mes próximo pasado.

A consecuencia de haber salido a luz pública y llegado a esta ciudad en el Telégrafo del día 17 de junio, n. 70, la contestación que tuve el honor de dirigir a vuestra excelencia a la circular del mismo y a la exposición que con igual fecha hizo el señor presidente, se irritaron los ánimos de los partidarios enemigos del orden y de este mismo supremo gobierno, al que habían desconocido. Se formó un conciliábulo según he llegado a entender en el que concurrían el ex gobernador don Vicente Romero, algunos diputados, sus satélites y el prefecto de este departamento. Su designio fue seguramente el de ultrajarme de un modo escandaloso y que según yo hasta dónde hubiera llegado su encarnisamiento. Uno de aquellos legisladores conocido poco tiempo hace con el nombre de don Juan José Villanueva tomó a su cargo la comisión de aprehenderme en mi propia habitación, como sus miras eran sin duda las de hacer más visible el atropellamiento de mi persona, de mi familia y casa, se presentó el día 29 del repetido mes próximo anterior, a la hora del mediodía, llevando consigo algunos cívicos armados. Poco antes había salido yo de aquella y al regresar (serían las doce y media) un honrado vecino me salió al encuentro comunicándome lo que había observado y lo que presagiaba todo aquel aparato. Tomé al momento otro camino y, a pesar del espionaje, conseguí sustraerme de tan atroz persecución. Encontré luego, en casa de un amigo generoso, un pronto asilo, de dónde pasé al que franqueó un virtuoso eclesiástico. El diputado que hacía de centinela, y que se mantuvo algunas horas esperando mi vuelta, habiendo desesperado de lograr mi aprehensión  pasó a una caballeriza que estaba a poca distancia de la casa de mi morada, y por sus propias manos desató una yegua de buena raza con su cría, tan luego como supo que eran de mi propiedad y se apoderó de ambas bestias, sin saberse el destino que les daría. Repartió sus espías por varias partes y por los suburbio esta capital; pero afortunadamente permanecí oculto a sus pesquisas y no pude salir al público sino hasta después de haber entrado en esta ciudad el ejército que manda en jefe el excelentísimo señor don Luis Cortazar. 

Dejo a la alta penetración de vuestra excelencia el cúmulo de atentados que envuelven tales procedimientos: consternación, sobresaltos y fundados temores en que estaba yo sumergido al contemplar el desamparo de mi inocente familia en días tan críticos en que se aumentaba el furor de mis perseguidores, y en que amenazaba un sangriento sitio a toda la ciudad. Siendo, como dije al principio, tales violencias ofensivas directamente al supremo gobierno, no dudo que el excelentísimo señor presidente, cuyo celo por el honor nacional y en favor de nuestras instituciones políticas ha brillado con pasmo de sus mismos enemigos, dictará las providencias convenientes en desagravio del decoro de mi empleo y personales ultrajes.

Tenga vuestra excelencia la dignación de interponer al mismo oficio su poderoso influjo, y de aceptar los sentimientos de mi más alta consideración y profundo respeto.

Dios y libertad.

San Luis Potosí, julio 9 de 1834.


Fuente: Archivo General de la Nación (AGN)  / Instituciones Gubernamentales: época moderna y contemporánea / Administración Pública Federal S. XIX / Justicia / Justicia (118). / Contenedor 013 / Volumen 63 / Título: Expediente 16 / Fecha(s): 1834 / Nivel de descripción: Unidad documental compuesta (Expediente) / Volumen y soporte: Fojas: 180 - 184 / Productores: ND / Alcance y contenido: San Luis Potosí, México. Comunicación del juez de Distrito de San Luis Potosí sobre la persecución y otros atentados cometidos contra su persona en aquella capital.








sábado, 2 de noviembre de 2024

15 de abril de 1808. Poema. Soneto de Juan Nepomuceno Mier y Altamirano titulado «La muerte de N.R. J. C.», versión libre de versos de Bartolomeo Bavarini.

15 de abril de 1808. Ese día fue Viernes Santo, y El Diario de México publicó un soneto de Juan Nepomuceno Mier y Altamirano titulado La muerte de N.R. J. C., el cual es una versión libre de algunos versos de la obra In funere Chriti Domini: Elegia I, del poeta Bartolomeo Bavarini (1629-1686).

La muerte de N. R. J. C.


Fixus ab infami pendet trabe, discere vultis
auctorem tanti criminis? Ipse fuit.
Ipse fuit, qui nos misere se occidit amando:
non turba hunc fixit barbara, fixit amor.
Fixi ego, fixistis mecum quicumque doletis.
¡Tantum communi crimine pendet onus!
       Bartholomaei Beverini In funere Christi.

Versión libre.

En un infame leño está clavado
el hacedor del mundo. ¿Por ventura
tal crimen cometió la criatura?
¡Imposible! Él mismo se ha entregado.

Él tan atroz suplicio ha decretado.
No muere a manos de esa tropa dura.
Su amor incomprensible, su ternura,
a tan horrible extremo lo han llevado.

Mis culpas..., las del hombre delincuente,
nuestra depravación, nuestro apetito,
condenaron al mismo Omnipotente.

¡Tanta fue la malicia del delito,
pues para que se expiase justamente
sólo pudo bastar el Infinito!

Maromani Altieri. 
Diario de México, viernes 15 de abril de 1808.
En 1808, ese viernes 15 de abril fue Viernes Santo, por lo que Juan Nepomuceno Mier y Altamirano realizó esta versión libre en forma de soneto en español a partir de versos de la obra In funere Chriti Domini: Elegia I, del poeta Bartolomeo Beverini (1629-1686).





martes, 15 de octubre de 2024

25 de noviembre de 1831. Juan Nepomuceno Mier y Altamirano es mencionado en nota sobre Junta Protectora de Industria de San Luis Potosí

25 de noviembre de 1831. Juan Nepomuceno Mier y Altamirano es mencionado en una nota del Registro Oficial del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos sobre la Junta Protectora de Industria de San Luis Potosí donde lo menciona como parte de esta junta que ha formado un proyccto de bases para la creación de una compañía para trabajar las minas de Real de Catorce.

La nota indica lo siguiente:

La junta protectora de industria de S. Luis Potosí, compuesta de los Sres. D. Luis Gordoa, D. Juan N. Mier y Altamirano, D. Manuel Díaz, D. Juan José Domínguez. D. Mariano Medina y Madrid, y D. Francisco de Paula Cabrera, ha formado ya un proyccto de bases para la creación de una compañía para trabajar las [minas] de Catorce, que consta de 33 artículos, que creemos más oportuno inseetar íntegros en otro número, que dar ahora un extracto de ello.

Fuente: https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=d90f805f-1edf-4e17-a7d1-c5446a98fba1&page=4


23 de junio de 1837. Juan Nepomuceno Altamirano es electo ministro para la primera sala en sesión de la Suprema Corte de Justicia

 23 de junio de 1837. Juan Nepomuceno Altamirano en sesión de la Suprema Corte de Justicia. Esto será prublicado en Diario del Gobierno de la República Mexicana del viernes 21 de julio de 1837.

La publicación indica:

MINISTERIO DEL INTERIOR. 

En la ciudad de México, a veintitrés de junio de mil ochocientos treinta y siete, se reunieron en el local de la primera sala de la suprema corte de justicia los señores nombrados por el supremo poder conservador, conforme a la atribucion duodécima del art. 12 de la segunda ley constitucional, y al art. 5 de los transitorios, y fueron los Sres. D. Juan José Flores Alatorre, D. Juan Manuel Elizalde, D. Pedro Galindo, D. Octaviano Obregón, D. Antonio Macías, D. Ángel Salgado, D. Florentino Conejo, D. Basilio Arrillaga, D. José María Casasola, D. Juan Mier y Altamirano, D. Antonio Gortari, D. Juan Rodríguez de S. Miguel, D. Donaciano Mendoza, D. Miguel Calderón, D. Manuel Rosales, D. José Antonio Madrid, D. Manuel Agreda, y no el Sr. D. Francisco Arce por hallarse ausente de la capital. Presidiendo este acto el Sr. D. Juan José Flores Alatorre, como primer nombrado, se leyó todo el capítulo 2 de la ley de 23 de mayo de este año, e inmediatamente se procedió á la elección de presidente, resultando electo el expresado Sr. D. Juan José Flores Alatorre por diez y seis votos, contra uno que tuvo el Sr. Elizalde; se pasó a elegir fiscal, para lo cual tuvo siete votos el Sr. Conejo, cuatro el Sr. Macías, cuatro el Sr. Casasola, uno el Sr. Elizalde, y uno el Sr. Galindo: no hubo votación, y por lo mismo entraron á competir los dos Sres. de cuatro votos, para que el que tuviera mayoría compitiera después con el Sr. Conejo en la elección de fiscal: tuvo el Sr. Macías diez votos, cuatro el Sr. Casasola, y uno perdido, por lo que entraron en competencia los Sres. Conejo y Macías, y quedó electo fiscal el Sr. Conejo con diez votos, por cinco que tuvo el Sr. Macías. Acto continuo se insacularon en una urna, cédulas con los nombres de los diez y seis individuos restantes, y se sacaron por suerte, una después de otra, cuatro cédulas para completar la primera sala, y salieron los Síes. D. Juan Arce, D. Juan Mier Altamirano, D. Donaciano Mendoza, y D. Octaviano Obregon; y continuándose el sorteo se sacaron tres cédulas de los ministros que han de componer la segunda sala, y fueron los Sres. D. Juan Manuel Elizalde, D. José María Casasola, y D. Manuel Rosales; y por último, se sacaron otras para componer la tercera sala, y fueron los Sres. D. Pedro Galindo, D, Miguel Calderón, y D. Basilio Arrillaga, con lo que se concluyó este acto, que firmaron conmigo para la debida cimstancia.—Juan José Flores Alatorre.— Juan Manuel Elizalde.—Pedio Galindo.—Octaviano Obregón.— Antonio Macías.—Ángel María Salgado—José Florentino Conejo.—Basilio Arrillaga.—José María Casasola.—Juán Mier y Altamirano.—Antonio Gortari.—Juán Rodríguez.—Donaciano Mendoza.—Miguel González Calderón.—Mmuel Rosales.—Antonio Madrid.—Manuel Agreda.—Lic. Pedro de Ahumada, oficial mayor.—Es copia de la acta original que existe en esta secretaría. México 23 de junio de 1837.—Lic. Pedro de Ahumada, oficial mayor. 

 Es copia. México julio 17 de 1837.—J. de Iturbide. 

Fuente: https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=43c1b687-da1e-4068-b091-496344186d95



7 de junio de 1834. El licenciado Juan Nepomuceno Mier y Altamirano dirige una carta al ministro de justicia y negocios eclesiásticos, Andrés Quintana Roo.

7 de junio de 1834. El licenciado Juan Nepomuceno Mier y Altamirano, juez de distrito en San Luis Potosí, dirige una carta al ministro de justicia y negocios eclesiásticos, Andrés Quintana Roo. Esta carta será publicada en el Télegrafo, periódico oficial del gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, en los números del martes 17 de junio de 1834 y del martes 24 de junio de 1834.

La carta indica lo siguiente:

Juzgado de distrito del estado de S. Luis Potosí.—

Exmo. Sr. ministro de justicia y negocios eclesiásticos.

Exmo. Sr.:

He recibido la respetable circular de V. E de 1 del que rige, con la que se sirvió acompañarme dos ejemplares de la exposición que tiene por objeto prevenir las siniestras impresiones que los enemigos del orden procurarán hacer concebir de las recientes providencias que ese supremo gobierno se ha visto precisado a tomar para precaver los transtornos con que algunos individuos, abusando de su alto carácter y representacion se proponían turbar la tranquilidad. Por lo que a mi toca, protesto á V. E. con la noble libertad de un antiguo patriota; con la franqueza de un honrado ciudadano que ha sido en todas épocas idólatra de las libertades públicas; con el respeto y subordinacíón de un funcionario que sabe acatar las leyes y legítimas autoridades, que mucho antes de haber tenido el honor de recibir la comunicacion de V. E., estaban mis ideas y principios políticos en perfecta consonancia con las de ese mismo supremo gobierno, cuya marcha en circunstancias tan difíciles, y teniendo que superar enormes obstáculós, excita ciertamente la admiración y gratitud de los amantes del orden y me atrevo a decir que será unísono el voto de los pueblos, que nunca se engañan en sus verdaderos intereses, cuando al furor de las pasiones y de los partidos succeda la calma de la razón y de una política previsiva, ilustrada, y cuyo único escopo sea el bienestar y sólida felicidad de nuestros conciudadanos. — Dígnese V. E. elevar al conocimiento del Exmo. Sr. presidente estos sinceros sentimientos, y aceptar los de mi más alta consideración y profundo respeto. -

Dios y libertad 

S. Luis Potosí, 7 de junio de 1834 

-Juan Nepomuceno Mier y Altamirano —

Fuentes: https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=8d507945-8b09-4646-9757-2983246d79df    https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=8dc61ff4-43c5-4eef-9ec6-f475adfafba9



miércoles, 5 de junio de 2024

29 de diciembre de 1814. Abolición del Ayuntamiento de Querétaro, del que era parte el licenciado Juan Nepomuceno Mier y Altamirano.

29 de diciembre de 1814. Abolición del Ayuntamiento de Querétaro, del que era parte el licenciado Juan Nepomuceno Mier y Altamirano. El Diario de Querétaro de José Xavier Argonmaniz lo menciona así:

29.  Por el correo ordinario que ha llegado hoy, se ha recibido del excelentísimo señor virrey orden en que, refiriéndose a decretos del soberano, manda se reponga el Ayuntamiento de esta ciudad en el estado en que estaba en mayo de 1808, en cuya virtud ha librado billete este señor comandante político y militar don Ignacio García Rebollo a los sujetos que se dirá después para que a las cuatro de la tarde asistan a las Casas Reales para darles posesión del empleo de regidores que obtenían, y son 

el señor coronel Fernando Romano Martínez,

don Manuel de la Bárcena,

don José del Raso,

don Antonio Orjes,

licenciado don Ramón Martínez,

don Juan de Ochoa,

don Francisco Bustamante,

don Tomás Cavadas.

En el mismo acto quedó disuelto y abolido el Ayuntamiento Constitucional y los jueces ordinarios nombrando el nuevo cabildo por alcalde de primer voto al teniente coronel don Francisco Bustamante y de segundo a don Juan de Ochoa.

Así mismo ha vuelto y se ha restablecido la República de Naturales, por lo que fue nombrado gobernador don Atanacio de Luna, que lo era en aquella fecha de 1808.

Se ha consultado al señor virrey sobre varias dudas que han ocurrido en el Ayuntamiento. 


Fuente: Argomaniz, José Xavier. Diario de Querétaro del año de 1814. Nota: por error dice 1816, pero es 1814. Obtenido el 5 de junio de 2024 de http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020004662_C/1020004670_T10/1020004670_007.pdf






jueves, 16 de mayo de 2024

13 de febrero de 1800. Sermón a la Inmaculada María en su imagen del Pueblito por el presbítero José María Sánchez.

13 de febrero de 1800. Sermón a la siempre Inmaculada María en su prodigiosa imagen del Pueblito, extramuros de la ciudad de Querétaro. Predicado por el Br. D. Joseph María Sánchez, capellán del Regimiento Provincial de la misma ciudad, el 17 de febrero de 1800. A expensas del Sr. D. Joseph Antonio Obregón y Alcocer, conde de la Valenciana. —México. —Por don Joseph Zuñiga y Ontiveros, calle del Espíritu Santo. —1800. —21 págs. —19 x 13 cm.


Fuentes: Sánchez, José María. (1800). Sermón a la siempre Inmaculada María en su prodigiosa imagen del Pueblito, extramuros de la ciudad de Querétaro. Predicado por el Br. D. Joseph María Sánchez, capellán del Regimiento Provincial de la misma ciudad, el 17 de febrero de 1800. http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020000185/1020000185_003.pdf  o    http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020000185/1020000185.PDF

Ayala Echavarri, Rafael. (1949). Bibliografía histórica y geográfica de Querétaro.  http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080014012/1080014012_29.pdf